jueves, 20 de octubre de 2011

Asesino Nelson Castro.

Cuando se encontraron los cuerpos de Miriam Padrón y Lisbeth Quintero en un apartamento de la calle 73 de Maracaibo, los medios de comunicación del Zulia comenzaron con un espectacular despliegue que, más que informar, lo que busca es la mayor sintonía del medio audiovisual o venta de la mayor cantidad de ejemplares escritos.

Con un nivel grotesco casi película de terror, los medios plasmaron reconstrucciones de cómo sucedieron los hechos, mostraron imágenes del apartamento en total desorden y con la sangre aún fresca de las victimas y realizaron una guardia para ver quien era el primero en fotografiar o captar la imagen del supuesto asesino de las damas: un niño de 15 años.

Sólo Dios y las autoridades en la investigación, sabrán que nivel de culpabilidad tendrá Nelson Castro, joven detenido por estos hechos, lo cierto es que antes de ser atrapado la inquisición mediática ha resuelto execrarlo de la vida social y de una segunda oportunidad como todo ser humano merece.

Recuerdo dos casos de este estilo, el primero ocurrió en Murcia, España, cuando un chico de quince años asesina con una espada "Katana" a sus padres, los medios españoles encuentran un móvil con que "inflar" la noticia: los juegos de video. El segundo caso es el famoso crimen de Columbine, Estados Unidos, cuando dos adolescentes mataron a varios compañeros de estudio en la escuela secundaria de esa localidad, aquí los medios encontraron otro argumento escandaloso: la música rock.

Una persona por mucha música rock que escuche o por muchos video juegos que vea siempre estará protegido de todo mal social si ha sido correctamente educado con valores humanos, con un amor de familia y con la formación de un criterio propio para la toma de decisiones.

Seguirán los medios de comunicación zulianos en la "sensacionalista" tarea de generar una matriz de opinión acorde con sus pensamientos, sin pensar que en el fondo hay mucho dolor en los corazones de los familiares de las víctimas, incluido Nelson al cual debemos hacer lo posible por ayudar a vivir una segunda oportunidad luego que se demuestre y juzgue el delito.